Lo llamaron Mack Daddy. De verdad, se llamaba Mack. Abreviación de Mackenzie. Entonces, es el apodo. Perfecto, ¿cierto?Así era el: perfecto. El espécimen masculino perfecto fisicamente.
En la escuela privada donde enseño, Mack Morrison era el único hombre en un mar de mujeres.
Todo el mundo quería un pedazo del ardiente padre soltero de un tierno niño.
Estaba llena de celos, porque no sabían que— para mí— era mucho más.
No sabían de nuestro pasado.
Había elegido mi escuela para su hijo a propósito, porque Mack y yo teníamos asuntos pendientes.
Como mi amiga Lorelai lo expresó con tanta elocuencia: "Los asuntos pendientes entre dos personas claramente atraídas el uno por el otro es como un caso eterno de bolas azules". Y yo sufría por mi caso.
Todavía estaba intensamente atraída por Mack. Traté de resistirme, me sumergí en una relación con otro hombre sólo para proteger mi corazón.
Por no mencionar que, involucrarse con un padre está estrictamente contra las reglas de la escuela. Pero ver a Mack día si y día también me estaba destrozando.
Y pronto podría estar rompiendo todas las reglas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario